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Nature's Best-Kept Secret: How Shinrin-Yoku can change you and your well-being?

Forest bathing, or shinrin-yoku: as it’s called in Japan, is a lovely, gentle practice that invites you to truly immerse yourself in the beauty of a forest. Have you ever felt the need to just escape, slow down, and breathe in some fresh air? I’ve been there too many times! Shinrin-yoku isn’t about hiking up a mountain or pushing yourself to the limit; it’s about taking a leisurely stroll, letting the peaceful sights, soothing sounds, and refreshing smells of the forest wash over you, without focusing on yourself. When was the last time you let nature wrap you in its calm embrace? The idea is to reconnect with the world around you and let your senses fully soak in everything on all levels.

 

Here are the parts that I enjoy the most of shinrin-yoku::

 

– Reactivar Tus Sentidos: Have you noticed how the daily grind can dull your senses? This practice is like hitting the reset button. I remember the first time I really took the time to notice the rustle of the leaves and the earthy scent coming off the ground —it was like waking up. Shinrin-yoku helps you tune in to your surroundings, making you feel more alive and connected to the world.

 

– Cuidar Tu Bienestar: Are you looking for a simple way to feel better, inside and out? shinrin-yoku: offers a kind of holistic wellness that’s hard to find elsewhere. It’s amazing how just spending time in nature can help your body and mind heal and thrive together. There are numerous science--backed benefits, especilly deriving from natural terpenes that trees emit.

 

– Beneficios Respaldados por la Ciencia: Sé que es bueno tener algunos datos que respalden las cosas, ¿verdad? La investigación muestra que el baño de bosque puede mejorar la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV), reducir el estrés y la tensión, ayudar a regular el azúcar en sangre e incluso fortalecer el sistema inmunológico. He notado que después de una sesión, me siento más liviano, menos estresado y más equilibrado.

 

– Mejorar Tu Estado de Ánimo: ¿Alguna vez has sentido que tu mente está más clara después de un paseo por el bosque? La naturaleza tiene una manera de levantar nuestro ánimo y aliviar nuestras preocupaciones. Después de un paseo tranquilo por el bosque, mi estado de ánimo mejora, y me siento más conectado conmigo mismo y con lo que me rodea.

 

¿Quieres probar el baño de bosque tú mismo? Aquí tienes cómo empezar:

 

Encuentra Tu Lugar Perfecto: ¿Qué tipo de lugar te hace sentir en paz? Me gusta elegir un lugar que me parezca adecuado, un lugar con mucha luz y una atmósfera relajante. Un bosque certificado es ideal, pero cualquier espacio verde y tranquilo funcionará.

Reserva Algo de Tiempo: ¿Qué tal te suena un par de horas lejos de todo? Suelo dedicar unas dos horas, recorriendo unos pocos kilómetros, pero el objetivo no es llegar a ningún lugar en particular. Se trata simplemente de estar allí, dejando que la experiencia se desarrolle de manera natural.

Sintoniza Tus Sentidos: ¿Cuándo fue la última vez que realmente te detuviste a escuchar, oler o tocar lo que te rodea? Durante shinrin-yoku:, me concentro en todo: el susurro de las hojas, el aroma de las agujas de pino, la textura de la corteza de los árboles. Este simple acto de notar puede ser increíblemente reconfortante.

Relájate y Ábrete: ¿Estás listo para dejarte llevar y simplemente estar presente? Descubrí que mantener una mente relajada y abierta me permite conectarme más profundamente con el bosque. No se trata solo de la introspección; se trata de ser consciente del mundo que me rodea y dejarlo entrar.

Practica la Atención Plena: ¿Te vendría bien un poco más de mindfulness en tu vida? He descubierto que combinar la atención plena con shinrin-yoku:—centrándome tanto en lo que está afuera como en lo que está adentro—hace que la experiencia sea más rica y satisfactoria.

 

Siguiendo estos sencillos pasos, podrás disfrutar plenamente de los beneficios del baño de bosque. ¿Listo para adentrarte en el bosque y ver lo que la naturaleza tiene reservado para ti?

Carl Gustav Jung y el Mandala: ¿Una nueva forma para conocerse?

Carl Gustav Jung (1875-1961) fue uno de los primeros en adoptar el término mandala para describir un uso terapéutico del símbolo, especialmente los circulares. Su fascinación por el orientalismo, la alquimia y su naturaleza experimental culminaron en su reflexión sobre el mandala.

En su experiencia, el mandala opera con formas universales simples, parte de un inconsciente colectivo (formas arquetípicas); entre ellas, especialmente el círculo, que identificó como un arquetipo del Sí mismo, no entendido como el Yo egoico, sino como la totalidad de la psique. Esto fue sin duda un gran descubrimiento, al igual que su reconocimiento de su papel en el proceso de individuación.

 

De manera similar a la psicosíntesis y otras escuelas, la individuación corresponde al proceso mediante el cual la conciencia de un individuo se distingue de sus construcciones (y las de otros), en otras palabras, un proceso de construir una relación cada vez más consciente con el propio Sí mismo que trasciende la conciencia individual.

 

Jung estaba convencido de que el símbolo era una expresión primitiva del inconsciente, y como tal, el mandala era un medio para ayudar al inconsciente a expresarse y liberarse. El individuo se reconecta con estas formas (que en realidad son estructuras) y reactiva los comportamientos y características del arquetipo. El proceso de «producir» mandalas ocurre durante el sueño o como visualizaciones en estado de vigilia; como símbolo de la unidad del Sí mismo, de la totalidad (unidad de la conciencia), reequilibra y armoniza los estados psíquicos en conflicto con el mundo circundante.

 

Por esta razón, Jung habla de un arquetipo compensatorio, que muestra la posibilidad de orden (Jung, 1980). Parece que a menudo pedía a sus pacientes que dibujaran tales figuras «mandálicas», especialmente cuando aparecían en sueños, afirmando que en momentos de tensión psíquica, estas figuras venían en sueños para traer orden y armonía.

 

Puede parecer un detalle, pero es muy importante: las formas del boceto se corrigen en la obra final, se ordenan, se simetrizan, se regularizan. Algunos elementos se eliminan, otros se añaden. Una vez que el contenedor está listo, se agrega el color.

 

 

Esto podría estar relacionado con su concepto y método de Imaginación Activa, que distingue las formas así creadas de las de la fantasía, calificando a estas últimas como algo más efímero en comparación con la creación intencional de la Imaginación Activa; de la autonomía del inconsciente, además, se infiere la autonomía psíquica de las propias imágenes, producidas en un estado de conciencia «bajada».

 

Estudios recientes en revistas de psicología destacan que Jung veía los mandalas como una herramienta profunda para explorar el inconsciente. Su práctica de hacer que los pacientes crearan mandalas no era solo un método de análisis, sino también un proceso terapéutico. La investigación destaca que los patrones repetitivos y simétricos del mandala pueden inducir un estado meditativo, ayudando a las personas a acceder a capas más profundas de la psique.

Además, los estudiosos han señalado que los mandalas de Jung fueron instrumentales en el proceso terapéutico, particularmente en ayudar a las personas a confrontar e integrar los aspectos sombríos de su psique. Al interactuar con el mandala, los individuos pueden llevar material inconsciente a la conciencia, facilitando el crecimiento personal y la sanación.

 

El trabajo de Jung con los mandalas también anticipó las prácticas modernas de arteterapia, donde la creación de mandalas se utiliza para ayudar a los pacientes a expresar sentimientos y pensamientos que son difíciles de verbalizar. Estos mandalas a menudo sirven como espejos del estado interno del individuo, ofreciendo ideas sobre su bienestar emocional y psicológico.

 

En última instancia, la integración de los mandalas por parte de Jung en su práctica terapéutica subraya su valor perdurable como símbolo del Sí mismo y como herramienta para la transformación psicológica. Sus ideas continúan influyendo en los enfoques contemporáneos de la psicoterapia y el desarrollo personal, donde el mandala sigue siendo un símbolo poderoso para lograr equilibrio, unidad y autorrealización.

 

 

¿Qué representa el comúnmente llamado «primer chakra»?

No me detendré mucho en las múltiples definiciones de los chakras y su teoría, ya que podrían ocupar espacio en una discusión completamente diferente, pero considero muy interesante y útil una conversación sobre lo que representa el primer chakra. Incluso si no suscribes la idea de los centros de energía, no significa que no puedas -y que no sea beneficioso- tratar lo que representan.


Los conceptos principales que sirven como «paraguas» para el primer chakra y lo que gobierna a nivel físico son:

  • Supervivencia
  • Enraizamiento
  • Cuerpo

Ubicado en la base de la columna vertebral, este centro energético constituye nuestras bases y está orientado hacia la autoconservación. La supervivencia, en este caso, se entiende no solo como subsistencia, sino en su sentido más amplio de capacidad para contener, tener y retener, tanto a nivel material (es decir, mantener lo necesario para nuestra supervivencia) como, en un sentido más amplio, como una habilidad que se puede adquirir, cultivar y mejorar, y que crece a medida que crece la autoestima—fundamentalmente conectada con el concepto de «derecho a estar aquí». Dentro de la noción de supervivencia, hay dos pares de oposiciones:


  • Miedo vs. una carga natural, emoción (a nivel de reacción, lucha o huida)
  • Miedo vs. un sentido de tranquilidad y seguridad (a nivel de percepción)

Está claro en estas oposiciones que el obstáculo primordial para el primer chakra es precisamente el miedo.

El enraizamiento, por otro lado, representa la base, la estabilidad y también la claridad: esta última implica un tipo diferente de estabilidad y es el alivio de los estrés comunes de la vida, convirtiéndose en una fuerza simplificadora que trae claridad a través de la quietud. La quietud, que no es inacción, sino rutina, y la detención del círculo vicioso de la reactividad no controlada.

A nivel físico, este chakra está conectado con la percepción del contacto dinámico con la tierra y la funcionalidad de las piernas y la parte inferior del cuerpo.

El cuerpo se entiende no solo como carne, sino en su función de límite: la noción de «límite» asociada con el primer chakra es particularmente importante, en su sentido de contención; en mi opinión, es extremadamente útil en una era donde la llamada «parálisis de la elección» es cada vez más común, es decir, la inmovilidad que resulta de un exceso de opciones para elegir en una situación determinada. Junto con el cuerpo, también recordamos la importancia de la asistencia de la gravedad, que contribuye constantemente a nuestro enraizamiento y contacto con la tierra.

Los límites crean un contenedor, que, si es sano y armonioso, es la aceptación de tener una cierta forma, cuidarla y poder ser, sin duda alguna.


Cuando se trabaja con el primer chakra y estos temas, no hace falta decir lo importantes y funcionales que son los ejercicios centrados en el cuerpo, para volver a conectarse con el propio cuerpo y permitir todos los pasos posteriores que no serían posibles sin haber agudizado la conciencia física de uno mismo.


Ejercicios para equilibrar el primer chakra (o simplemente lo que representa):


  1. Meditación de Enraizamiento: Siéntate cómodamente con los pies planos en el suelo. Visualiza raíces que crecen desde las plantas de tus pies y se hunden profundamente en la tierra, anclándote firmemente. Esta meditación ayuda a estabilizar y equilibrar el Chakra Raíz.
  2. Caminar Descalzos: Caminar descalzo sobre superficies naturales como hierba, arena o tierra te conecta directamente con la tierra y fortalece tu enraizamiento.
  3. Posturas de Yoga: Practicar posturas de yoga como la postura de la Montaña (Tadasana), Guerrero I (Virabhadrasana I) y postura del Árbol (Vrikshasana) puede ayudar a activar y equilibrar el Chakra Raíz al promover la estabilidad y la fuerza.
  4. Respiración Profunda: Realiza ejercicios de respiración profunda desde el abdomen para calmar el sistema nervioso y reducir los sentimientos de miedo y ansiedad, que a menudo están relacionados con un Chakra Raíz desequilibrado.
  5. Uso del Color Rojo: Rodéate del color rojo o incorpóralo en tu vestimenta, ya que es el color asociado con el Chakra Raíz y puede ayudar a estimular y equilibrar este centro de energía.